Cuando entré en la sala de la Fundación Fyde de CajaCanarias pensaba que iba a ser una charla de estas típicas de coaching que se centran en medidas casi milagrosas sobre cómo encauzar tu vida. Sin embargo, una música animada y la imagen de un hombre bajando y corriendo por las escaleras con balón de baloncesto en mano, me borraron de sopetón todo lo que estaba imaginando.
Empieza con humor, muy bien. José María Gasalla parece que llena el escenario con su voz contundente y con sus ideas que nos hacen despertar de un letargo en el que ni pensábamos, ni hacíamos nada. Por ello, desde el principio ya comienza con acción haciendo pases de baloncesto con una compañera. Aquí fue cuando comencé a pensar que esta charla no iba a ser como aquellas otras a las que había acudido con anterioridad.
Es cuando empieza entonces a decir una verdad tras otra que, aunque duelan, son una verdad como un templo. ¿Que nos va mal en la vida? Pues hagamos que eso cambie. Según este experto tenemos que salir de nuestra zona de confort, ya que, si no es así, tengamos por seguro que poco vamos a conseguir.
Una cuestión importante es el estar en continua reinvención, el aprender, desaprender y reaprender. Conceptos de los que tenemos que acostumbrarnos si queremos conseguir nuestras metas.
Gasalla transmite todas estas ideas con humor, frescura y cercanía. Explica las cosas de manera que todo el mundo lo entienda a la primera. Así surgió la historia de Antoñito, Antoñita y Jacqueline. Una historia que nos hizo entender el concepto de paradigma y que nos abrió la mente para entender que muchas cosas las damos por sabidas, sin embargo no siempre pueden ser éstas las acertadas.
De la misma manera que entró en la sala, acabó la conferencia. A ritmo de la canción “Resistiré” con confeti incluido y bailando, José María Gasalla nos invitó a ser siempre jóvenes de espíritu y a nunca perder la ilusión, citándonos así a un nuevo próximo encuentro en la isla de Tenerife, cita que no me pienso perder.
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