No soy muy carnavalera

Lo cierto es que yo no soy muy carnavalera, lo reconozco. Hace ya tiempo que no me emociono pensando en qué me voy a disfrazar y no soy de las personas que se pasan semanas y semanas cociendo, pegando y creando algo que me pueda poner, que sea calentito y que a la vez las personas se rían al verme.

Pues va a ser que no soy muy carnavalera.

Pero cuando oigo a las murgas cantar, sin darme cuenta ya estoy entonando sus pasacalles y cuando veo a las comparsas dándolo todo en la calle se me van los pies... ¿por qué será? Y es que me encanta cuando veo que los padres intentan inculcar a sus hijos esta tradición disfrazándolos con apenas meses de vida. ¡Qué bonito es ver eso! Qué bonito es ver que todo el mundo corre a sus casas para ver la Gala de la Reina del Carnaval y que sea la conversación principal del día siguiente: "¿te gustó las número 3?", "¿te gustó la reina?", "la gala me pareció un poco larga. Me dejé dormir".

Qué emocionante es ver a la gente contando las horas para poder salir el viernes, para poder bromear y enseñar su disfraz, para intentar, por un rato, olvidar todos los problemas y no preocuparse sino por no perder los detalles del disfraz.

Es único ver cómo los jóvenes van al Entierro de la Sardina y observar cómo lloran el final del carnaval, sin perder la risa y el humor, vestidos de negro y desmayándose al paso de la Sardina.

Pues creo que algo carnavalera sí que soy... Ahora no salgo a la calle, pero lo vivo a mi manera. Lo vivo disfrazando a mis sobrinos, lo vivo comiendo las rebanadas que hace mi madre, lo vivo trasnochando para ver la final de murgas y lo vivo recordando cuando sí salía, rezando para que no lloviera y poder bailar como si no hubiera un mañana. Y es que, por el simple hecho de nacer aquí, ya lo llevamos dentro. Por ello, para todos los que celebran el carnaval de la manera que sea... ¡Feliz Carnaval!


Imagen extraída de http://www.discotekanarias.com/index.php?file=News&op=suite&news_id=9